Interesante reflexión do periodista Xavier Caño Tamayo, publicada na Revista Pueblos en maio de 2011
"En el siglo I, en tiempo del imperio romano, el poeta Juvenal escribió en una de
sus obras la expresión panem et circenses: pan y juegos del circo. Frase
peyorativa que ironiza la práctica de los emperadores romanos que, para mantener
tranquila a la población y ocultar sus canalladas, proporcionaban al pueblo
alimento y diversión gratis: regalaban al populacho trigo, panes y entradas para
los juegos del circo (circenses); carreras de cuadrigas, luchas de gladiadores y
otros. Así mantenían al pueblo distraído y alejado de la política. En nuestros
días, para referirse a tal práctica gubernamental, antes se decía "pan y toros"
y, durante la dictadura franquista, "pan y fútbol".
Hoy, los antiguos juegos circenses son mucho más variados. Fútbol, bodas reales,
televisión basura, estupideces varias de presuntos famosos que no hacen ni han
hecho nunca nada que valga la pena pero llenan horas de programación televisiva
en permanente ejercicio de mal gusto, impudicia y analfabetismo funcional...
A diferencia del tiempo del imperio romano, hoy nadie regala trigo ni pan; no se
da nada, más bien se recorta, se quita, mientras una situación injusta global y
delictiva hace que las gentes pierdan el empleo y no puedan ganarse el pan,
símbolo de mínima vida digna.
Mientras más de dos mil millones de personas (un tercio del planeta) seguían por
televisión la boda del heredero de la Corona británica William y la ciudadana
Kate, el gobierno del conservador Cameron continuaba con su programa de recortes
sociales, pero aceptaba pagar la enorme factura por esa boda. Al mismo tiempo,
FMI y Unión Europea imponían fuertes recortes sociales a Portugal para poder
recibir el rescate financiero, como reducir pensiones, disminuir prestaciones
por desempleo a la mitad y recortar el gasto en educación y sanidad. También
acogotan a Irlanda y Grecia y extorsionan a España para que vulnere más derechos
humanos sociales y económicos de ciudadanos, de los que casi cinco millones
están en el paro. En España también, la multinacional Telefónica despedirá al
20% de su plantilla, aunque en 2010 obtuvo más de 10.000 millones de euros de
beneficio. Un récord.
En España, una mujer que ronda la cuarentena, cuyo único presunto mérito es que
estuvo casada con un torero mediocre, ocupa las pantallas televisivas con
honorarios de ejecutivo de multinacional y, para más inri, es nombrada "princesa
del pueblo" por las nutridas masas consumidoras de televisión basura. En otro
punto del arco mediático, los partidos que enfrentaron al Real Madrid y al Barça
en cuartos de final de la Liga de Campeones europea dieron pie a horas y horas
televisivas, dando vueltas sobre la rivalidad entre ambos equipos y sus
entrenadores. Nada. Pero el público está entretenido.
Panem et circenses (perdón, hoy sólo circenses):Despistar, distraer para
mantener a la ciudadanía alejada de sus intereses reales. Pues de eso se trata,
de convertirnos de nuevo en súbditos, como en el ancienne régime antes de la
democracia.
Pero somos ciudadanos, no súbditos. Súbdito es el natural de un país sujeto a la
autoridad de quien detenta el poder con la obligación inevitable de obedecerle.
Sin derechos. Ciudadano es la persona que tiene derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales. Derechos. E interviene en el gobierno del
país. Debería. Y esto no es un ejercicio académico; es el corazón mismo de la
democracia. O no hay democracia.
Pues bien, todo el entramado consumista mediático equivalente a los romanos
juegos de circo, armazón que oculta o anestesia, que fomenta irracionales
pasiones futbolísticas, que programa basura televisiva... persigue un objetivo
evidente: impedir que la ciudadanía tome conciencia de lo que ocurre, que ignore
que violan sus derechos y, sobre todo, que toda la fuerza y energía que
dedicaría a defender sus derechos la diluya en las falaces pasiones por fútbol,
bodas reales y otros juegos circenses de nuestro tiempo.
Como ha escrito Noam Chomsky, "mientras el grueso de la población se mantenga
pasiva, entregada al consumismo y apática, los poderosos del mundo podrán seguir
haciendo lo que les plazca, y a los que sobrevivan a eso no les quedará sino
contemplar un resultado catastrófico".
Consigna para los próximos mil años: Ciudadanos y ciudadanas, no súbditos"
Xavier Caño Tamayo é periodista e escritor. Centro de Colaboraciones Solidarias
(CCS).
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